Imaginarse ser una adolescente de un pequeño pueblo del estado de Virginia, en Estados Unidos, acosada por un par de hermanos vampiros que parecen salidos más de un desfile de modas de Milán que de Transilvania, suena como la fantasía de más de una jovencita.
Pero lo cierto, es que esta es la realidad, al menos laboral, de la actriz de origen búlgaro-canadiense Nina Dobrev, quien da vida a Elena Gilbert en The Vampire Diaries, serie que en latinoamerica se ve gracias a Warner Channel.
Continuar... "Creo que la mejor manera de describir la serie, si tuviera que hacer una comparación, sería Drácula se mezcla Dawson's Creek", dice entre risas al hilo telefónico sobre lo que es el programa del que es la estrella junto a Paul Wesley (Stefan Salvatore) y a Ian Somerhalder (Damon Salvatore).
Aunque el elenco del show se destaca por su inmaculada imagen, Dobrev insiste en que lejos está la serie de explotar eso de manera descarada. "Nuestros personajes son de un pueblo pequeño, humildes y con problemas, en cambio en90210 los chicos son privilegiados y con mucho dinero, que viven en California", relata ella en relación a si la estética domina a la trama en su cuento de TV.
Lo cierto es que, bellos o no, el programa arribó a su segunda temporada tras montarse en la ola internacional que ha puesto de moda, nuevamente, a los seres de la noche.
"Es una de esas cosas que un actor espera que pase, que su show tenga éxito y que la gente lo disfrute, y afortunadamente con el nuestro ha pasado", narra con tono de orgullo.
Como novedad, en el regreso a la pantalla de la serie, nuevos personajes fueron añadidos a la historia en la que la joven Elena se debate constantemente entre el amor que le profesan los dos hermanos herederos de Nosferatu.
La llegada de Katherine Von Swartzchild al pueblo de Mystic Falls, una atractiva mujer que convirtió a Stefan y a Damon en vampiros, ha supuesto un nuevo y mayor reto actoral para Dobrev, pues ella corre con la responsabilidad de encarnar a esta malvada villana y a la inocente protagonista, Elena.
"No puedo creerme que no sólo tenga un rol, sino que pueda tener dos increíbles personajes en una maravillosa serie de televisión", cuenta emocionada.
De cómo han cambiado las cosas desde que Katherine entró en su vida, ella atina a decir "la única diferencia real con la incorporación de este segundo personaje es que mis horas de trabajo se han incrementado bastante con cada escena, en cada día, no me puedo dar el lujo de dormir, constantemente corro pasando de buena a mala", señala entre risas tras no haber caído en cuenta de las cosas hasta decirlas.
Que Katherine se sume a la dinámica de los protagonistas trae, como es de esperarse, problemas a todos. Aunque en un principio sean sólo Damon y Stefan los únicos al tanto de su presencia. Sin embargo, la inmortal tatarabuela de Elena, nexo que mantiene con la protagonista, irá haciéndose accesible para más personajes a medida que avanza la historia.
La repercusión que tiene la llegada de este nuevo elemento afecta igualmente el eje central de la trama, la lucha de los dos hermanos de afilados dientes por la virginal muchacha.
"Esta temporada viene mejor que la del año pasado. Ella va a estar constantemente debatiéndose entre los dos chicos, pues ambos son muy distintos y tienen cosas buenas y malas, así que es una de esas cosas típicas de humanos", adelanta.
Pero... ¿Con cuál de los Salvatore se queda? "No lo sé todavía, y aún sabiéndolo, no podría decirlo. Es un viaje que ella tiene por delante, pero por ahora se trata de la pasión y pronto irá hallando su destino", cuenta a sabiendas de que sus palabras solo alimentan el suspenso sobre el tema.
Para justificar todo el misterio, Nina juguetea con sus respuestas y añade sobre su personaje "ella está siempre cambiando, aprendiendo a conocerse a sí misma y a los muchachos, tratándo de dilucidar qué tipo de persona es y junto a quién es que quiere estar", afirma como si además de darle vida a Elena fuera su psicoterapeuta.
Quizás esa misma profundidad con la que habla de su rol es lo que le ha permitido hacer una interpretación intensa, que le ha valido el reconocimiento del público.
Dos premios Teen Choice Award 2010, uno como Estrella revelación femenina y otro Mejor estrella Fantasía/Ciencia ficción, dan cuenta del favor que le otorgan sus seguidores a Dobrev.
"¡Fue increíble! Fue muy significativo porque son los fans los que votan, y es para ellos para quienes trabajamos", indica realmente conmovida.
Hay que destacar que todo este huracán de fama llega a la vida de Dobrev con apenas una temporada de The Vampire Diaries en pantalla.
"Somos realmente afortunados de que eso pase con nuestro show, ha sido del tipo de cosas que además pasan tan rápido que a veces ni hay oportunidad de darse cuenta", reflexiona la actriz de 21 años.
Aunque bien puede decirse que se trata del mejor momentop profesional de Dobrev hasta la fecha. Lo cierto es que la artista ya saboreado las mieles del éxito tanto en cine como en televisión.
Trabajó en la serie Degrassi: The Next Generation y el film musical The American Mall, ambas de MTV. En el cine, estuvo involucrada en el Fugitive Pieces, Chloe yLejos de ella, cintas gracias a las cuales logró compartir con figuras de la talla de Julianne Moore, Samuel L. Jackson y Julie Christie. "Una de las cosas que aprendí de las estrellas con las que he trabajado es que son gente, son personas además de artistas", dice tras pensarlo.
"El mundo tiene esta gran idea de lo que son las celebridades, pero la verdad se trata de gente muy talentosa, grandes artistas con la habilidad de conectarse con la gente", asegura. Precisamente, conexión a la que la misma Dobrev responde, en gran medida, por la moda que los personajes vampirescos acaparan actualmente en el mundo del espectáculo, pese a los infructuosos intentos de zombies y magos por destronarlos de su sitial.
Ella, consciente de la situación, pretende aprovechar el momento de gloria de los "bisnietos" de Bela Lugosi. "La gente nos pregunta si nos preocupa que los vampiros estén tan de moda, pero la verdad es para mí no se trata de ninguna preocupación, es algo muy bueno estar todas partes ¿no?", se pregunta entre risas.
Nina incluso llega a reconocer a los pioneros de este revival de chupasangres.Twilight tiene un par de películas más por venir y a ellos debemos agradecer que nos hayan dado una audiencia cultivada en su amor hacia los vampiros", declara sin prejuicio alguno.
"Gracias a ellos (Twilight), nosotros también tenemos esos dos mismos años frente a nosotros ¡Nos han dado trabajo!", ríe con malicia y sin temor a las comparaciones entre su programa y la saga que conocía con anterioridad de que fuera llevada al cine.
En medio de todo esto, Nina asegura "Me siento igual. No vivo en Hollywood o Nueva York, así que no estoy muy expuesta al ojo público, y la verdad, es que eso me gusta", cuenta la joven de piel de porcelana, ojos y cabello café.
Lo cierto es que, bellos o no, el programa arribó a su segunda temporada tras montarse en la ola internacional que ha puesto de moda, nuevamente, a los seres de la noche.
"Es una de esas cosas que un actor espera que pase, que su show tenga éxito y que la gente lo disfrute, y afortunadamente con el nuestro ha pasado", narra con tono de orgullo.
Como novedad, en el regreso a la pantalla de la serie, nuevos personajes fueron añadidos a la historia en la que la joven Elena se debate constantemente entre el amor que le profesan los dos hermanos herederos de Nosferatu.
La llegada de Katherine Von Swartzchild al pueblo de Mystic Falls, una atractiva mujer que convirtió a Stefan y a Damon en vampiros, ha supuesto un nuevo y mayor reto actoral para Dobrev, pues ella corre con la responsabilidad de encarnar a esta malvada villana y a la inocente protagonista, Elena.
"No puedo creerme que no sólo tenga un rol, sino que pueda tener dos increíbles personajes en una maravillosa serie de televisión", cuenta emocionada.
De cómo han cambiado las cosas desde que Katherine entró en su vida, ella atina a decir "la única diferencia real con la incorporación de este segundo personaje es que mis horas de trabajo se han incrementado bastante con cada escena, en cada día, no me puedo dar el lujo de dormir, constantemente corro pasando de buena a mala", señala entre risas tras no haber caído en cuenta de las cosas hasta decirlas.
Que Katherine se sume a la dinámica de los protagonistas trae, como es de esperarse, problemas a todos. Aunque en un principio sean sólo Damon y Stefan los únicos al tanto de su presencia. Sin embargo, la inmortal tatarabuela de Elena, nexo que mantiene con la protagonista, irá haciéndose accesible para más personajes a medida que avanza la historia.
La repercusión que tiene la llegada de este nuevo elemento afecta igualmente el eje central de la trama, la lucha de los dos hermanos de afilados dientes por la virginal muchacha.
"Esta temporada viene mejor que la del año pasado. Ella va a estar constantemente debatiéndose entre los dos chicos, pues ambos son muy distintos y tienen cosas buenas y malas, así que es una de esas cosas típicas de humanos", adelanta.
Pero... ¿Con cuál de los Salvatore se queda? "No lo sé todavía, y aún sabiéndolo, no podría decirlo. Es un viaje que ella tiene por delante, pero por ahora se trata de la pasión y pronto irá hallando su destino", cuenta a sabiendas de que sus palabras solo alimentan el suspenso sobre el tema.
Para justificar todo el misterio, Nina juguetea con sus respuestas y añade sobre su personaje "ella está siempre cambiando, aprendiendo a conocerse a sí misma y a los muchachos, tratándo de dilucidar qué tipo de persona es y junto a quién es que quiere estar", afirma como si además de darle vida a Elena fuera su psicoterapeuta.
Quizás esa misma profundidad con la que habla de su rol es lo que le ha permitido hacer una interpretación intensa, que le ha valido el reconocimiento del público.
Dos premios Teen Choice Award 2010, uno como Estrella revelación femenina y otro Mejor estrella Fantasía/Ciencia ficción, dan cuenta del favor que le otorgan sus seguidores a Dobrev.
"¡Fue increíble! Fue muy significativo porque son los fans los que votan, y es para ellos para quienes trabajamos", indica realmente conmovida.
Hay que destacar que todo este huracán de fama llega a la vida de Dobrev con apenas una temporada de The Vampire Diaries en pantalla.
"Somos realmente afortunados de que eso pase con nuestro show, ha sido del tipo de cosas que además pasan tan rápido que a veces ni hay oportunidad de darse cuenta", reflexiona la actriz de 21 años.
Aunque bien puede decirse que se trata del mejor momentop profesional de Dobrev hasta la fecha. Lo cierto es que la artista ya saboreado las mieles del éxito tanto en cine como en televisión.
Trabajó en la serie Degrassi: The Next Generation y el film musical The American Mall, ambas de MTV. En el cine, estuvo involucrada en el Fugitive Pieces, Chloe yLejos de ella, cintas gracias a las cuales logró compartir con figuras de la talla de Julianne Moore, Samuel L. Jackson y Julie Christie. "Una de las cosas que aprendí de las estrellas con las que he trabajado es que son gente, son personas además de artistas", dice tras pensarlo.
"El mundo tiene esta gran idea de lo que son las celebridades, pero la verdad se trata de gente muy talentosa, grandes artistas con la habilidad de conectarse con la gente", asegura. Precisamente, conexión a la que la misma Dobrev responde, en gran medida, por la moda que los personajes vampirescos acaparan actualmente en el mundo del espectáculo, pese a los infructuosos intentos de zombies y magos por destronarlos de su sitial.
Ella, consciente de la situación, pretende aprovechar el momento de gloria de los "bisnietos" de Bela Lugosi. "La gente nos pregunta si nos preocupa que los vampiros estén tan de moda, pero la verdad es para mí no se trata de ninguna preocupación, es algo muy bueno estar todas partes ¿no?", se pregunta entre risas.
Nina incluso llega a reconocer a los pioneros de este revival de chupasangres.Twilight tiene un par de películas más por venir y a ellos debemos agradecer que nos hayan dado una audiencia cultivada en su amor hacia los vampiros", declara sin prejuicio alguno.
"Gracias a ellos (Twilight), nosotros también tenemos esos dos mismos años frente a nosotros ¡Nos han dado trabajo!", ríe con malicia y sin temor a las comparaciones entre su programa y la saga que conocía con anterioridad de que fuera llevada al cine.
En medio de todo esto, Nina asegura "Me siento igual. No vivo en Hollywood o Nueva York, así que no estoy muy expuesta al ojo público, y la verdad, es que eso me gusta", cuenta la joven de piel de porcelana, ojos y cabello café.
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